quarta-feira, 4 de junho de 2014

O que vivo é único



Paolo Pellegrin

(Versión en español en los comentarios)


Tenho andado estranho nos últimos dias, podendo-se contar em semana e algo. Hoje, enquanto dançava, entrei no silêncio de mim e comecei a sair da terra, quase voar, atrevo-me a dizer a sair ao encontro profundo com Deus. Mas algo não batia certo. Sim, é bonito o desejo, a vontade, do encontro com Deus, mas… naquele momento, apesar de ser autêntico, estava em fuga, esquecendo o corpo, a vida, o agora. Fui convidado a prostrar-me, recordando esse gesto tão forte na ordenação. Assim o fiz. Aterrei, repetindo com as variações que no profundo de mim ia sentindo. Toquei o chão com todo o corpo, percebendo: “queres manter a normalidade, mas, Paulo, o que vives é único. Por isso não fujas, mesmo que seja por uma defesa para fazeres o que ainda há a fazer.” Sim, ainda tenho de acabar aqui alguns trabalhos, mas… GOD, é uma sensação tão boa este aproximar-se da ordenação que inevitavelmente a cabeça e o coração voltam-se para esse momento. Quase é difícil pensar, ainda mais noutra língua. O que apetece mesmo é estar lá, prostrado, sentindo o coração agradecido pela entrega e por perceber que, humildemente, darei a vida de Deus, sem esquecer o corpo, a vida, o agora. É isso, daí a estranheza… o que vivo é único. E escrevendo agora, sai-me: único e muito bom! :D

1 comentário:

  1. Lo que vivo es único

    Me siento raro en los últimos días, incluso en la última semana y algo. Hoy, mientras bailaba, entré en el silencio de mi y empecé a salir de la tierra, casi a volar, me atrevo a decir que salí al encuentro profundo con Dios. Pero algo no estaba bien. Sí, es bonito el deseo, las ganas, del encuentro con Dios, pero… en aquél momento, aunque auténtico, estaba en huída, olvidando el cuerpo, la vida, el ahora. Fui invitado a tumbarme, recordando ese gesto tan fuerte que ocurre en la ordenación. Así lo hice. Aterricé, repitiendo las variaciones que lo profundo de mi iba sintiendo. Toqué el suelo con todo el cuerpo, percibiendo: “quieres mantener la normalidad, pero, Paulo, lo que vives es único. Por eso no huyas, aunque sea por una defensa para que hagas lo que todavía hay que hacer.” Sí, aún tengo que terminar algunos trabajos, pero… GOD, es una sensación tan buena esta de acercarse a la ordenación que inevitablemente la cabeza y el corazón se preparan para ese momento. Casi es difícil pensar, más aún en otra lengua. Lo que apetece de verdad es estar allá, tumbado, sitiando el corazón agradecido por la entrega y por percibir que, humildemente, daré la vida a Dios, sin olvidar el cuerpo, la vida, el ahora. Eso es, de ahí la rareza… lo que vivo es único. Y escribiendo ahora, me sale: ¡único y muy bueno! :D

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