(Versión en español en los comentarios)
O Domingo de Páscoa também é desconcertante. Está muito viva na memória a brutalidade dos acontecimentos. Madalena chora no sepulcro... mas, ao escutar o seu nome, daquele modo único, especial, com aquela voz tão bem conhecida, permite-a ver de outro modo o Senhor. Deu-se a Passagem. Mais do que euforias, há a alegria profunda de que é possível crer na vida, aquela que vence. E de suave sorriso no rosto, como se dentro da “Manhã de Páscoa” de Caspar David Friedrich, surge o canto de aleluia.
Se ha dado el Pasaje
ResponderEliminarEl Domingo de Pascua también es desconcertante. Está muy viva en la memoria la brutalidad de los acontecimientos. Magdalena llora en el sepulcro... pero, al escuchar su nombre, de aquél modo único, especial, con aquella voz tan bien conocida, permite que vea de otro modo el Señor. Se ha dado el Pasaje. Más que euforias, hay la alegría profunda de que es posible creer en la vida, aquella que vence. Y de suave sonrisa en el rostro, como si dentro de la “Mañana de Pascua” de Caspar David Friedrich, surge el canto de aleluya.