(Versión en español en los comentarios)
Este post poderá ter um tom desagradável (peço desculpa aos mais sensíveis), mas coitado de quem não vai à casa de banho com regularidade. Depois da digestão feita, qual processo orgânico, o que está a mais é convidado a sair. Um traquezinho (ou -zão) dá sempre vontade de rir, ou então surge a vergonha por ter de se ir à casa-de-banho, com os cheiros e afins. Dá-me que pensar: se o nosso corpo se livra dos restos, então claramente o que cheira mal na nossa vida também é para se libertar. Nós, crentes, chamamos de pecado… e guardá-lo só faz é mal. Dá vergonha contá-lo(s), mas… quem não os tiver que atire a primeira pedra. Diz que do mais velho ao mais novo, todos saíram sem atirar. Afinal, todos precisamos de ir à casa-de-banho. ;)
Cosas desagradables
ResponderEliminarEste post podrá tener un tono desagradable (pido perdón a los más sensibles), pero pobre de quien no va al servicio con regularidad. Después de la digestión hecha, cual proceso orgánico, lo que está a más es invitado a salir. Un pedozito (ou -rrón) da siempre ganas de reír, o entonces surge la vergüenza por tener de ir al servicio, con los malos olores y afines. Me da que pensar: si nuestro cuerpo se libra de los restos, entonces claramente lo que huele mal en nuestra vida también es para liberarse. Nosotros, creyentes, llamamos de pecado… y guardarlo sólo hace mal. Da vergüenza contarlo(s), pero… quien no los tenga que juegue la primera piedra. Dice que del mayor al más pequeño, todos salieron sin jugar. Pues, todos necesitamos de ir al servicio. ;)