(Versión en español en los comentarios)
Fiquei pelo bolo de iogurte. Delicioso como sempre. Os doces nunca foram o meu forte, mas aquele bolo tinha um sabor que me levava à infância. Um dia cortei uma fatia, envolvi-a num guardanapo de papel. No recreio, na escola, sentei-me num canto. Desembrulhei os pensamentos, enquanto comia aquela fatia. Os sons de crianças no pátio preenchiam o espaço. Pensei que iria sempre saborear a vida, não permitindo que algo ou alguém me impedissem de ver, de descobrir ou de abrir horizontes. Já desde pequeno que os rostos me falavam. Não percebia nada de metafísicas ou questões existencialistas. O olhar de criança simplesmente tinha o mundo por diante: a criatividade, as formas nas nuvens, Deus numa pequena flor. Soa a campainha. Sacudo as migalhas. Caminho até à sala com o sabor de bolo de iogurte. Delicioso como sempre.
Sabores... desde un bizcocho de yogur
ResponderEliminarQuedé en el bizcocho de yogur. Delicioso como siempre. Los dulces nunca han sido mi fuerte, pero aquel bizcocho tenía un sabor que me llevaba a la infancia. Un día corté un trozo, lo envolví en una servilleta de papel. En el descanso, en la escuela, me senté en un rincón. Abrí los pensamientos, mientras comía aquél trozo. Los sonidos de niño en el recreo llenaban el espacio. Pensé que iría siempre saborear la vida, no permitiendo que algo o alguien me impidiesen de ver, de descubrir o de abrir horizontes. Ya desde pequeño que los rostros me hablaban. No entendía nada de metafísicas o cuestiones existencialistas. La mirada de niño simplemente tenía el mundo por delante: la creatividad, las formas en las nubes, Dios en una pequeña flor. Suena el timbre. Sacudo las migajas. Camino hasta el aula con el sabor del bizcocho de yogur. Delicioso como siempre.